La efectividad de nuestra vida, todo el potencial para crear riqueza material e inmaterial depende del desarrollo de nuestra capacidad para diseñar y realizar ofertas, que a su vez se basa en los dominios de prometer y pedir. El éxito de una persona en la cosa de emprender, liderar e innovar, está en esas competencias. Vamos a aprenderlas.
PASO 1. OBSERVAR Y APRENDER A PROMETER-OFRECER/PEDIR PARA QUE LAS COSAS OCURRAN.
A través de la práctica de prometer algo a otra persona, ponemos en marcha la máquina para crear nuevas realidades y que las cosas ocurran.
Prometer lleva implícito un ofrecimiento (oferta), que pretende ser una oportunidad para la otra persona, y de su aceptación, a su vez, espero que esa persona haga algo para mí.
Aunque este juego parece sencillo, inocente y de poca importancia, es esencial y trascendente para la acción y la efectividad personal y de las organizaciones en las que nos desenvolvemos.
El primer paso para que desarrolles maestría en realizar el juego de prometer-ofrecer/pedir, es que observes cómo ocurre este proceso en la organización y aprendas a realizar promesas y pedidos efectivos.
Para empezar, en el contexto de tu trabajo o actividad en una organización, diseña una promesa que puede crear valor y pide algo a cambio.
PASO 2. EL PATRÓN DE PROMETER-OFRECER/PEDIR.
El patrón debe contener los siguientes elementos y por este orden:
1) Quien promete u ofrece.
2) Otra persona o personas a la que se ofrece.
3) Lo que se ofrece, qué cosa o acción se va a llevar a cabo.
4) Las condiciones de satisfacción que tiene que cumplir el ofrecimiento.
5) La aceptación
6) Lo que se pide a cambio si se acepta.
PASO 3. TRABAJAR LA EFECTIVIDAD DE PROMETER- OFRECER/PEDIR.
En nuestro desempeño personal y profesional producimos resultados mediocres por la falta de impecabilidad en estas competencias. Una vez que las has asimilado, es el momento de ponerlas en práctica, identificando en ti mismo las siguientes carencias y errores:
– No sé pedir y espero que otras personas descubran mis inquietudes o necesidades.
– No hago o no sé hacer ofertas.
– Hago peticiones y ofertas de forma incorrecta y no son escuchadas como tales.
– Escucho un pedido o una oferta y no sé aceptarlo o rehusarlo.
– No cumplo las condiciones de satisfacción porque no quedaron claras.
– No se pone fecha.
– No sé hacer un reclamo ante un incumplimiento.
Para trabajar los anteriores supuestos te propongo que utilices el siguiente patrón conversacional:
Te pido que hagas esto por mí……
Si haces esto….…. para mí, te ofrezco esto otro…………
Cuando me hiciste (promesa, oferta, pedido) ….. Entendí esto ………… ¿Es así o estoy equivocado?
Dime si aceptas (oferta, pedido) que te he realizado….
De lo prometido o pedido….¿Quedaron claras las condiciones de satisfacción.
Lo que estás pidiendo o prometiendo no tiene fecha de cumplimiento….. Por favor pon una fecha.
Incumpliste tu promesa (o con el pedido que te hice)…… Estás en deuda conmigo y te pido que me resarzas del siguiente modo…
El juego de prometer-pedir del que nacen las ofertas.
La principal competencia para el liderazgo, el emprendimiento, la innovación y la empleabilidad de una persona es su capacidad para crear nuevas ofertas y su aceptación por los receptores. Si aprendemos a crear muchas y buenas ofertas, marcaremos una diferencia en la organización, la empresa, nuestro valor personal y profesional…
Nuestra vida se mueve en el juego de prometer <–> pedir, del cual nacen las ofertas. El valor surge cuando prometemos o pedimos de manera efectiva. Prometer- Hacer ofertas – Pedir son tres realidades entrelazadas.
Una promesa pone en marcha la maquinaria para que un nuevo futuro ocurra, generando actividad y productividad humana en todos los órdenes de la existencia. Nuestra vida se mueve por las promesas para generar satisfacción que nos hacen y hacemos desde las empresas, la religión, la política, la familia…
Cuando la promesa es aceptada, se abre el espacio para la actividad y la coordinación de acciones con otros en forma de nuevas promesas, pedidos y ofertas.
La riqueza de nuestra vida en comunidad se basa en las promesas que nos realizamos y su cumplimiento, tal es su importancia que nuestra ordenación legal se basa en vigilar y sancionar su incumplimiento. La confianza y el progreso se sustentan en el cumplimiento de las promesas públicas y privadas.
Las promesa concede autoridad a la persona a la que se promete para reclamar el incumplimiento.
No sabemos prometer, ofertar y pedir de manera efectiva pues esas competencias no se trabajan en la educación ni están presentes en las prácticas sociales.
Prometer nos compromete, nos obliga a hacer cosas por los demás, podemos vivir una vida más cómoda si no hacemos promesas, pero nos cerramos al liderazgo, el emprendimiento y la innovación. Y nos condenamos a una existencia pobre.
Las partes de la promesa:
- Una persona que la hace.
- Otra persona que la escucha.
- La acción que implica la promesa (promesa) con las condiciones de satisfacción.
- El tiempo en que se materializará.
Prometer implica pedir y ofrecer. La promesa es un acto que se desdobla en un ofrecimiento que hago a otra persona para su satisfacción y a cambio lleva aparejado un pedido para mí.
Prometer no es gratuito para la persona que acepta, cuando hacemos promesas estamos haciendo peticiones y ofertas. En este juego construimos nuestros proyectos vitales.
Al ser poco competentes en hacer pedidos, ofertas y promesas, nos exponemos a las siguientes situaciones:
- Nos resentimos porque no sabemos pedir y esperamos que otras personas se hagan cargo de nuestras inquietudes.
- Los demás no nos consideran como una posibilidad.
- Lo hacemos de manera errática y nos cerramos a posibilidades.
- No sabemos aceptar (decir sí) o declinar (decir no).
Si no ponemos tiempo de cumplimiento, nuestras promesas y pedidos se convierten en declaraciones de intenciones.
Declarar una promesa o una oferta tiene consecuencias, nos compromete, y nos obliga a hacernos cargo de ello.
Si quieres profundizar en este rico y complejo mundo, te sugiero que lo hagas de la mano de Rafael Echeverría en su obra Ontología del Lenguaje.
– Prometer-ofrecer/pedir son Dominios que engloban un conjunto de competencias genéricas asociadas.
Igual que en los Dominios de la escucha y la declaración observábamos un ramillete de competencias asociadas, en el caso de la promesa-oferta/pedido podemos descubrir que también se conjugan una familia de competencias que las configuran.
Como el resto de Dominios, son intemporales, no perecederos, y su valor está presente para cualquier actividad en la que estén presentes seres humanos, especialmente en el desarrollo de sus proyectos personales y profesionales.
Las competencias generan valor transformador cuando se aprenden de forma agrupada y se aplican en la práctica para para llevar a cabo una innovación, emprendimiento, liderazgo, mejora de la empleabilidad…
Competencias (conocimientos, habilidades, actitudes, valores) asociadas a la prometer-ofrecer/pedir: escuchar, declarar, dirigir, afirmar, fundar juicios, organizar y sistematizar la información, asumir responsabilidades, tomar riesgos, tomar decisiones, relaciones interpersonales, relaciones intrapersonales (autocontrol, concentración, enfoque), planear, crear emociones y estados de ánimo, motivar, conducir, crear equipos, coordinar … Vemos también la presencia de actitudes y valores subyacentes (compromiso con la resolución de problemas, respeto, comportamiento ético con la asunción de compromisos y cumplimiento de la palabra dada) …
De nuevo volvemos a comprobar como las competencias genéricas interactúan con todas las que están presentes en nuestro SISTEMA PARA ENSEÑAR / APRENDER (ENTRENAR) COMPETENCIAS GENÉRICAS. 6 Dominios transversales (escuchar, declarar, afirmar, enjuiciar, pedir, prometer). 9 Niveles de excelencia: dirección, relaciones internas, relaciones externas, trabajo, aprendizaje, renovación, emocionalidad, planificación y evaluación.
– Las ventajas de adquirir competencias para prometer-hacer ofertas/pedir.
Un emprendedor de éxito es la persona que renueva la vida de la comunidad con sus ofertas y genera espacios sociales, económicos y culturales para el mundo.
Un artista o un creador de éxito es aquel que es capaz de inventar nuevas ofertas (lenguajes, expresiones, emociones…) para el mundo.
Un líder exitoso es aquel que es capaz de renovar la vida social de su comunidad con nuevas ofertas, diseñando espacios para conducir a la gente a otros futuros.
Un empresario de éxito es aquel que es capaz de crear y poner en el mercado una nueva oferta para mejorar la vida de la gente.
Un trabajador de éxito es aquel que es capaz de convertirse en una oferta para otras personas desarrollando impecabilidad en sus promesas y pedidos.
Un desempleado empleable es aquel que ha aprendido a escuchar lo que necesita una empresa y a realizar una oferta para crear valor con ella.
Un político de éxito es aquel que modula sus promesas y pedidos con impecabilidad para transformar su comunidad.
Una persona compasiva es aquella que es capaz de escuchar las aflicciones de la gente y crear esperanzas en forma de nuevas ofertas.
Una persona de éxito es aquella que pone el centro de gravedad de su vida en diseñar y realizar ofertas a los demás en aquello que le apasiona.
No hay tiempo que perder, Ponte a crear tus ofertas con esta Guía y conviértete en una persona de éxito.
Adelante!!!
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